Es una
comparación muy interesante la que podemos apreciar en las dos fotografías.
Como la primera es la vida de muchas personas y como la segunda y más
recientemente, ha pasado a ser la vida de otras tantas.
Si nos
fijamos en la gente joven de hoy en día, la mayoría es parte de la segunda
pirámide. No paran hasta que sus padres les conceden tener un móvil, pero no
cualquier móvil con el que puedas llamar o mandar mensajes, si no un
smartphone. Con esto no quiero decir que este en contra de ello, si no que
muchas veces ves a niños de 10 u 11 años con un móvil que no saben utilizar y para
lo único que les sirve es para como dice en la pirámide ganar followers, RT’s y
demás.
Lo
malo de todo esto es que casi todas las personas ya sean mayores o pequeños nos
estamos perdiendo muchas otras cosas importantes de la vida por estar
enganchados continuamente a las redes sociales. Esta imagen que he encontrado
ilustra muy bien esta situación, como una familia en lugar de hablar como les
ha ido el día, se encuentran enganchados a los teléfonos móviles. Ya incluso el
perro tiene uno. Obviamente es algo metafórico pero a la vez alarmante y todos
deberíamos parar a pensar si nos encontramos en esa situación y como podríamos contribuir
a cambiarla.
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