Hoy en día está claro que la educación necesita un
cambio, y ¿cuál es ese cambio? Si nos ponemos a pensar veremos que nos
encontramos ante un sistema educativo anclado en el siglo XIX cuando estamos en
el siglo XXI. En esta entrevista que realiza Eduard Punset a Marc Prensky, nos
daremos cuenta cuáles son algunos de los cambios que la escuela debería
adoptar.
El tema que se trata en este vídeo es la importancia
de las nuevas tecnologías y los videojuegos en la vida de los niños. Hoy en día
es muy difícil encontrar a alguien que no esté en contacto con este mundo, y
mucho más difícil es encontrar a un niño que no lo esté, puesto que son los
llamados por Marc Prensky nativos digitales, aquellos que han nacido en una
época digital.
¿Son compatibles los videojuegos con la educación?
La respuesta a esta pregunta es un sí. Esto es así porque con los videojuegos
los niños y niñas adquieren una serie de habilidades que en la escuela también
se trabajan. Por ejemplo, los videojuegos hacen que los niños resuelvan problemas
que se les plantea para recibir una recompensa y al mismo tiempo que lo hacen
les gusta y se divierten. En el colegio al fin y al cabo tienes el mismo
propósito, resuelves una serie de problemas que en este sistema educativo
serían los exámenes y logras la recompensa, que sería aprobar y pasar al
siguiente curso.
Además en los videojuegos se trabajan las
habilidades de cooperación, aprender a tomar decisiones, buscar información,… y
puedes conseguir una serie de valores como los de civismo, empatía,
comprensión… Como anteriormente he dicho esto es algo que en la escuela también
se busca, por lo tanto, ¿por qué no introducirlos en ella?
Uno de los problemas de esa incorporación es que
muchas personas, al igual que padres y madres de alumnos no están de acuerdo
con ésta, porque piensan que los videojuegos lo único que hacen es que los
niños estén menos concentrados en otras cosas que puedan pasar a su alrededor.
Pero como nos cuenta Marc Prensky en el estudio que realizaron con niños que
consistía en poner a unos en una habitación a ver la televisión y a otros en
una habitación con una televisión y una consola, estos últimos se ponían a
jugar y ambos te podían decir perfectamente sobre qué iba lo que había puesto
en la televisión. Esto nos demuestra que lo único que hacen los niños es
dividir su atención entre dos cosas que les gustan.
Yo pienso que este tipo de materiales en una escuela
serían muy útiles, porque los niños además de conseguir las competencias que
les ayudarían en su futuro podrían aprender divirtiéndose con algo que
realmente les gusta, y muchos de ellos estarían encantados de levantarse cada
mañana para ir al colegio sin pensar que es un aburrimiento. Por lo tanto
deberíamos plantearnos como futuros docentes como podemos hacer que esto no sea
una mera opinión sino una realidad en las aulas. Por ejemplo en el vídeo podemos ver algunos juegos que se podrían incluir en el aula, como el que Inma Martín nos propone, que se llama Naraba, y es un juego que te permite acceder a un mundo imaginario para personalizarlo a tu gusto.
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