Conclusión de la asignatura

¿Qué conclusión podría hacer sobre esta asignatura? La verdad es que ahora mismo solo se me ocurren cosas buenas que decir, y no es por pelotear al profe ni nada por el estilo, sino que echando la vista hacia atrás y ya no solo en la universidad sino también en los años de bachiller o secundaria, creo que una clase no me había hecho reflexionar tanto.

Todos los trabajos que hemos ido realizando, tanto individuales como colectivos, han desarrollado algo nuevo en mí. Empezando desde este blog hasta los trabajos grupales como la wiki.

Si vamos analizando uno a uno, puedo decir que comenzando con el blog, nunca me habían pedido nada parecido. Ha sido una experiencia totalmente nueva, en la que he podido, desde dar forma a lo que es el simple formato del blog hasta dar forma a las ideas que me iban surgiendo sobre el material propuesto. Por supuesto he podido aprender mucho más sobre cosas de las que no había oído hablar nunca y que espero, por lo menos, llevar a cabo en alguna de mis futuras clases. Aunque también puedo decir que me resulto un poco difícil comenzar el blog porque soy un poco despistada y no todas las semanas me acordaba de escribir algo.

Respecto a los momentos grupales, considero que he tenido un muy buen grupo con el que se podía trabajar estupendamente y con el que no surgían nunca malentendidos. El momento grupal uno nos costó un poco llevarlo a cabo porque no sabíamos muy bien sobre qué hacerlo, pero una vez puestos creo que nos salió bastante bien. Y considero que el momento grupal dos ha sido uno de los trabajos más divertidos que he realizado nunca y que ojalá todos fueran igual de entretenidos.

Respecto a la wiki y aunque aún sigo sin comprenderla del todo, he podido comprobar que no es tan difícil crear una. Asimismo, otro aspecto positivo que le veo es que no hace falta quedar todos juntos para realizarla, porque solamente con que te inviten a ella ya podrás editarla tantas veces como creas necesarias. Además considero que será un elemento fundamental en mi futura docencia.

Y hoy aunque haya sido de manera muy breve me ha gustado la experiencia de la dramatización en cuanto a una reunión con los padres. He podido observar que no es nada fácil ponerte a hablar con ellos y transmitirles una buena impresión de ti misma. Sobre todo he podido ver el trabajo que vamos a tener que llevar a cabo antes de tener una reunión con ellos, porque te puedes encontrar con situaciones muy diferentes, en las que si no sabes muy bien cómo actuar, te va a ser muy difícil hacer que esos padres y madres confíen en ti a la hora de la educación de sus hijas e hijos.

Para concluir solo me queda decir que no considero que la asignatura tenga aspectos negativos, es más, haciendo un balance, creo que casi todos podemos decir que es un balance positivo, porque nos ha enseñado muchas cosas que podremos llevar a cabo en nuestro día a día con los niños y niñas a los que demos clase.

Mafalda

Indagando por Internet he encontrado esta viñeta de Mafalda, que me parece bastante interesante. ¿A vosotros que os sugiere? ¿Pensáis que esto es realmente así?

Desde mi punto de vista, puedo observar dos ideas fundamentales. La primera se da cuando los alumnos terminan las vacaciones de verano o cualquiera de las vacaciones que tienen a lo largo del curso, y a la mayoría les entra una gran depresión porque tienen que volver otra vez a la escuela. ¿Pero esto debería ser así? ¿No se supone que la escuela tiene que ser un lugar donde los alumnos aprendan y estén a gusto? ¿Entonces por qué se da ese sentimiento al volver al cole?

Estas preguntas, como yo las veo, son muy fáciles de contestar, no les llama la atención porque siempre es lo mismo, seguir el libro, hacer exámenes, seguir el libro, hacer exámenes, y así sucesivamente. Los niños y niñas, que son nativos digitales, se cansan de que no se  innove en la escuela cuando se podrían hacer un montón de cambios.

Aquí es donde entra la labor del docente, una labor que consistiría en utilizar nuevos métodos que llamaran la atención de los niños y niñas y con los cuales no se cansaran de ir todos los días a la escuela porque siempre habría algo nuevo que hacer.

La segunda idea que me ha llamado la atención al observar esta viñeta es la poca creatividad que pueden tener los niños, y esto se puede observar en la última escena, en la que el niño se queja de que ha tenido que buscar argumentos para poder decirle que la vuelta no es tan mala.

La creatividad es un elemento fundamental en las personas, y muchas veces conforme vamos creciendo, las personas la vamos perdiendo porque no la utilizamos. De nuevo en esta situación entraría la labor del docente que proponiendo nuevas técnicas de aprendizaje y de consecución de objetivos fomenta esa creatividad en los más pequeños.

Por eso y como conclusión, en este nuevo siglo la labor del docente es fundamental para la formación de los alumnos, pero no hay que verlo como el típico maestro que suelta el rollo y se va a casa, sino como un guía del aprendizaje de los alumnos, que los ayuda a adquirir y no perder todas esas capacidades que todos tenemos como personas.

Igualdad en la evaluación

Esta semana me quedé pensando fríamente en una imagen que nos mostraron en clase comenzando con el tema de la evaluación.

Esta imagen que podéis ver muestra las desigualdades que hoy en día se siguen dando en las escuelas, en las aulas y con los alumnos. Es un derecho fundamental que todas las personas somos  iguales, y esto se incluye también dentro del colegio, tanto en la forma en la que se trata a los alumnos como en la forma de evaluarlos.

Si nos encontramos en una clase en la que haya algún alumno con necesidades educativas, es la labor del docente integrarlo en la educación como un igual, para que el resto de los niños no lo vean distinto.

Uno de los pilares fundamentales de los colegios debe ser la palabra igualdad, por lo tanto deberían adaptar su proyecto educativo y su forma de evaluar para que todas las personas tengan las mismas oportunidades.

Los docentes deben estar atentos a cuáles son las capacidades de cada alumno y hasta qué límite pueden llegar, porque no se les puede exigir algo que se encuentre por encima de sus posibilidades. Por poner un ejemplo, y puesto que esta imagen la vimos en el ámbito de la educación física, un niño o niña que sea por ejemplo asmático/a no podrá hacer el mismo tipo de ejercicio que un niño o niña que no lo sea, o simplemente alguien que esté más acostumbrado a realizar cualquier tipo de deporte no tendrá las mismas habilidades que alguien que no lo esté.

Por ello el docente tiene que estar pendiente de este tipo de cosas, y hacer que todos se sientan iguales. Una buena forma de conseguirlo es haciendo que trabajen en  grupos, deberíamos elegir nosotros los componentes del grupo para que todos sean más o menos iguales, que no destaquen más unos que otros y que así puedan aprender cada uno de sus compañeros. Así podríamos fomentar la igualdad entre los alumnos, una actitud empática y la cooperación entre ellos.

Qué enseñar y cómo aprender

¿Qué enseñar y cómo aprender? Así es como se llama el artículo que escribe Carlos Arroyo en el blog del País http://blogs.elpais.com/ayuda-al-estudiante/2013/04/que-ensenar-y-como-aprender.html. Una vez más estamos ante la crítica de que en la escuela se siguen utilizando métodos que pertenecen ya a otra época (en este caso lo enlaza con la época de Fray Luis de León). Volvemos entonces a incidir en la idea de que nos encontramos con alumnos del siglo XXI, con profesores del siglo XX y escuelas del siglo XIX.

He de destacar que me ha gustado su comparación entre qué ocurriría si trajéramos a un médico a los quirófanos de hoy en día y qué ocurriría si trajéramos a un profesor. Es cierto, y estoy totalmente de acuerdo con él, que un profesor se podría desenvolver totalmente en la escuela porque no ha cambiado apenas, pero un médico no podría realizar su trabajo, y al igual que pensamos en un médico, podemos hablar de otro tipo de trabajo como puede ser un arquitecto o un ingeniero.

Los métodos que se utilizan en la escuela no son nada innovadores, nos ponemos delante de los niños, cogemos el libro les decimos por qué página tienen que abrirlo y comenzamos así nuestra “mejor forma” de dar clase. Recuerdo que cuando iba al colegio te decían: Marina comienza a leer y en eso consistía la explicación del profesor. Ahora y viendo cómo lo hacen los profesores de mi hermana me doy cuenta que no ha cambiado nada en absoluto, que todo sigue igual.

Y ya no hablemos de las nuevas tecnologías. Todos los colegios han decidido mejorar sus instalaciones poniendo una pizarra digital en sus aulas, pero ¿cuántas veces se utiliza en clase en realidad estas pizarras? ¿Una vez por semana, dos como mucho? Sí esa es la realidad, gastas ese dinero para luego no utilizarla.

Pero cuando hablamos de tecnologías no solamente hablamos de las pizarras, sino de todos los elementos tecnológicos que se podrían incorporar en las escuelas y que no se añaden a las formas de dar clase porque los profesores no tienen ni idea de cómo utilizarlas. Aquí encontramos uno de los mayores problemas, la formación de los profesores en cuanto a estas nuevas herramientas. Unos cursos que ayudaran a los profesores a familiarizarse con las nuevas tecnologías, harían que perdieran el miedo a utilizarlas, y esto conseguiría que diesen clase desde otro punto de vista, saliendo del antiguo método y adaptándose a lo que hoy en día se necesita en educación.

En conclusión, hace falta un cambio de mentalidad de todas las personas para poder conseguir ese cambio tan ansiado que todos esperamos, porque mientras eso no se produzca la mejora no llegara. 

Tutoria

La tutoría es un elemento muy importante que todos los docentes tienen que tener en cuenta en su labor educativa. Por medio de ellas pueden conocer mejor a sus alumnos y ayudarlos a lograr todos sus propósitos, que al fin y al cabo es lo que todo docente quiere conseguir de sus alumnos.

En una tutoría el maestro o docente debe tener unas pautas para realizar la acción tutorial, sin quedarse en blanco o solamente realizando un monólogo sin que el alumno o alumna participe. Esto se puede remediar realizando una serie de preguntas o mediante una opinión personal sobre el tema del cual estemos hablando.

Además es aconsejable crear un ambiente cómodo, en el que ambas partes puedan hablar sin ningún tipo de restricción, y resaltar las actitudes positivas del estudiante, no solo las problemáticas, para así poder guiarlo hacia el comportamiento más adecuado y el cual queremos conseguir.

Las tutorías pueden tratar sobre muchos temas, desde facilitar la integración de un alumno al grupo de clase en el que se encuentra, ayudarlo en algunas tareas que le sean difíciles de llevar a cabo o incluso se puede hablar sobre el futuro profesional de la persona.

Podemos destacar como aspecto importante de las tutorías que estas se pueden llevar a cabo de forma individual, encontrándose en ellas solo el profesor y el alumno, como de forma grupal, en el que encontraríamos al tutor y a un grupo reducido de estudiantes o en su lugar a toda la clase.

La forma de llevar a cabo estas sesiones es muy distinta dependiendo del tipo  de tutoría en la que nos encontremos. Por ejemplo si estamos hablando sobre el tema del futuro profesional en una tutoría individual, podemos hacerle preguntas al alumno sobre sus intereses y los trabajos que le gustaría realizar en un futuro. Sin embargo si lo hacemos de forma grupal, podemos plantear una sesión con ordenadores en la que hagan algún tipo de encuesta, en la que dependiendo de los resultados, se les muestre el tipo de trabajo que podrían llevar a cabo.

Como conclusión, las tutorías me parecen un elemento fundamental para ayudar al alumno a conseguir sus propósitos. Si lo pensamos fríamente nos daremos cuenta que en realidad todos los que estamos estudiando esta carrera, es porque queremos lograr que nuestros alumnos se desenvuelvan en su futuro de una manera eficaz, y esto lo conseguiremos mediante toda esa ayuda que les podamos dar.